Vuelan los vencejos, como locas hoces negras en el cielo,
Vuelan en el cielo azul y límpio del buen tiempo.
Vuelan como ropa al viento,
duros de roca y escarcha,
de aventura vieja y seca.
Vuelan pensando en volar,
en echar raices en el aire
y seguir su senda de lineas magnèticas por la Tierra.
Sueñan breves sueños volando, bajo las estrellas,
bajo la lluvia, bajo el sol ancestral o el vendaval,
en recalar una breve cornisa,
donde acunar en su alfanje nuevas lunas negras
de puro volar en libertad.
Veloces navios que se persiguen a gritos por los cielos puros,
jugando a perseguirse,
a hacer un lazo con el que ligar el mundo
para volver a empezar.
